lunes, 13 de mayo de 2013

Batalla de Camarón. 30 de abril. Día de la Legión Extranjera francesa.

Para los amantes de la historia militar.
 

El 30 de abril de 1863 y durante la segunda intervención militar francesa en México, tuvo lugar la batalla de Camarón (los franceses la denominan Cameron), que fue el encuentro entre un pequeño destacamento de infantería de la Legión Extranjera Francesa, desplegado de su unidad principal, para efectuar un reconocimiento del terreno, cerca del poblado de Palo Verde, en el Estado de Puebla, con una tropa mexicana sensiblemente superior. La fuerza estaba integrada por 62 legionarios, además de los tenientes Maudet y Vilain y el capitán Jean Danjou, quien detentaba el mando.
 
Avistaron una fuerza mexicana de caballería, de unos 800 efectivos, al mando del coronel Milán y se entablaron las primeras escaramuzas, con importantes bajas mexicanas. Viendo el capitán Danjou que el terreno no les era propicio, para mantener una defensa efectiva, ante tan numeroso enemigo, buscaron la protección de la cercana hacienda-caserío de Camarón, donde se parapetaron detrás de sus resistentes muros de piedra.
 
Desde primeras horas se produjeron fuertes combates y las tropas francesas se quedaron sin agua a media mañana. Viendo la situación el comandante mexicano solicitó la rendición de los franceses, que ya habían tenido sensibles bajas entre muertos y heridos. La respuesta del capitán Danjou fue contundente "Tenemos armas y no nos rendiremos".  A los pocos momentos caía muerto dicho capitán, que por acciones de guerra anteriores llevaba la mano izquierda con una prótesis ortopédica. A la vez llegaron unos 1.200 infantes mexicanos de refuerzo y la lucha aumentó en intensidad. El teniente Vilain también fue muerto y sobre las 5 de la tarde sólo quedaban 12 legionarios en condiciones de combatir, que al poco agotaron las municiones. El teniente Maudet ordenó calar bayonetas y ante esta valerosa actitud, el coronel Milán contuvo el ímpetu de sus numerosas tropas, para evitar que descuartizaran a los legionarios y ofreció al teniente Maudet la opción de rendirse. Éste, después de analizar la situación, que era totalmente desesperada, sin hombres, munición, ni agua y agotados después de una jornada entera de combate contra tropas infinitamente superiores y bajo un sol tropical, puso condiciones para el alto al fuego. Estas condiciones fueron poder volver libremente al encuentro del grueso de la fuerza expedicionaria francesa, llevando su bandera y armas y escoltando el cadáver del capitán Danjou. El coronel mexicano, hombre caballeroso y de honor, admirado por la valentía de aquellos legionarios, aceptó las condiciones del teniente Maudet y los legionarios fueron provistos de agua por las tropas mexicanas y regresaron, en una durísima marcha, en la que no fueron hostigados, hasta reunirse con su columna.
 
El 4 de octubre de 1863, el gobierno francés ordenó que el nombre de "Camerone" fuese bordado en la bandera del Regimiento y posteriormente se grabaron en Los Inválidos los nombres del capitán Danjou y los tenientes Vilain y Maudet. La prótesis ortopédica (mano) del capitán Danjou, se considera el objeto de más valor de la Legión Extranjera Francesa y portarla en cualquier acto oficial, es el máximo honor que puede recibir un legionario.
 
Los días 30 de abril de cada año y en todos los acuartelamientos de la Legión Extranjera Francesa, se lee por el mando de mayor rango y antigüedad y ante la guarnición formada con uniforme de gala, un relato conciso sobre la "Batalla de Cameron".
 
 
Esperando que este relato haya merecido el interés





 

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