sábado, 7 de enero de 2017

HALLOWEEN. ORIGEN CELTA.


¿Sabías que en España ya se celebraba 'Halloween' muchos siglos antes de ponerse de moda en EEUU?

Alfred López 30 de octubre de 2015. 

 

¿Sabías que en España ya se celebraba   Halloween   muchos siglos antes de ponerse de moda en EEUU?


Posiblemente eres, o conoces a alguien, de la opinión

 de que no hay que celebrar 'Halloween' porque se

 trata de una fiesta estadounidense, la cual nada tiene

 que ver con nuestra arraigada y tradicional celebración

 de la castañada española. Pero permíteme decirte 

que esa es una apreciación algo confusa, ya que en 

 realidad lo que se viene celebrando en España cada 

víspera del Día de Todos los Santos (noche del 31 

de octubre) tiene que ver, y mucho, con el Halloween, debido a que aquí ya lo celebrábamos (evidentemente

 con otro nombre) muchísimos siglos antes de ponerse

 de moda en Estados Unidos.

Ante todo tenemos que tener en cuenta que el término 'Halloween' no deja de ser la contracción de la 

expresión inglesa 'All Hallows' Eve' cuya traducción

 literal es 'Víspera de Todos los Santos' (el término comenzó a usarse en Irlanda no en EEUU).

Lo que hoy en día conocemos como Halloween no es

 más que la evolución de una serie de tradiciones y celebraciones que se vienen realizando desde la 

 antigüedad y a la que se le ha ido añadiendo nuevos elementos por el camino (evidentemente más modernos

 y consumistas).

Por un lado nos encontramos con una antiquísima 

tradición pagana (hay datos que indican que ya se celebraba antes del marcado como nacimiento de Cristo)

 y que era conocida como Samhain (también Samaín, cuya etimología viene a decir 'fin del verano') en la que

 los celtas celebraban el final de la época de las cosechas

 y el buen tiempo coincidiendo con el inicio del periodo 

de la oscuridad y el frío, siendo considerado como el Año Nuevo Celta. La mezcolanza entre lo viejo y lo nuevo 

hacía que ancestrales mitos y leyendas acerca de 

espíritus que aprovechaban esa época de oscuridad 

para regresar y mezclarse entre los vivos propició que aquella celebración tomase un carácter ocultista, 

teniendo a la muerte como protagonista de la fiesta 

y en la que existía la firme creencia de que los muertos

 se infiltraban entre los vivos con la intención de llevarse algunas almas. La solución que se les ocurrió a los 

antiguos druidas celtas para engañar a los muertos

 y no ser llevados al inframundo era disfrazándose de espíritus y dedicándoles unas ofrendas. Esta tradición

 se extendió por gran parte de Centroeuropa, las islas Británicas (en especial Galés e Irlanda) y llegó hasta 

una buena parte del norte de la Península Ibérica 

(lo que hoy conocemos como Galicia y Asturias para  posteriormente extenderse por otras regiones con 

la expansión de los pueblos Celtíberos).

Por otra parte tenemos que en siglo IV comenzó la celebración de la festividad del Día de Todos los Santos,

 que en un principio caía en el 13 de mayo, y en la que

 se conmemoraba a todos aquellos mártires perseguidos durante los primeros siglos del cristianismo (comenzó a realizarse tras ser promulgado el 'Edicto de Milán

del año 313 d.C. una vez permitida la libertad de culto

 en el Imperio Romano). A España, como país de 

influencia romana y evangelizado por el catolicismo,

 llegó antes de finalizar ese mismo siglo. A partir del 

siglo VIII la festividad  fue trasladada al 1 de noviembre

 por orden del papa Gregorio III con intención de 

sustituir a la fiesta pagana del 'Samhain', y aunque

 en algunos lugares sí que se sustituyó totalmente, 

muchos fueron donde se realizó una mezcolanza de 

ambas celebraciones.

En los siguientes siglos en cada territorio se le fueron añadiendo nuevos componentes a esta celebración 

como la leyenda de Jack-o'-lantern, el famoso 'truco

 o trato' (que aunque conocemos la versión moderna

 y americanizada en realidad proviene de la Edad Media)

 y numerosas tradiciones gastronómicas (por ejemplo 

en España la castañada –también conocida como 

magosto- y la elaboración de variados dulces como buñuelos, panellets…). Cada lugar tenía su propia celebración, pero en todas había un denominador

 común: era una noche dedicada a los muertos, en

 el que de una manera festiva la gente se reunía y disfrazaba. Se llamase Víspera de Todos los santos, Tosantos, All Hallows' Eve o Halloween, en realidad 

 todas se trataban de la misma fiesta.

Hasta mediados del siglo XIX esta tradición no llegó

 a los Estados Unidos y lo hizo de la mano de los 

cientos de miles de irlandeses que hasta allí inmigraron

 a raíz de la conocida como 'Gran hambruna irlandesa 

de 1845', llevando consigo todas sus tradiciones y festividades (entre ellas la de su patrón 'San Patricio',

 el personaje mitológico 'Mister Sandman' o el propio 'Halloween', que ya se había convertido en una mescolanza de la celebración del Samhain celta con la católica Víspera de Todos los Santos).

Cabe destacar que al igual que en Europa, una vez

 llegada a los Estados Unidos, a esta tradición se le

 fue añadiendo nuevos componentes (tal y como había ocurrido anteriormente por aquí) entre ellos el cambiar 

el 'nabo', que era lo que se utilizaba para vaciar e iluminar como una linterna, por la actualmente famosa calabaza, debido a que por aquel entonces en EEUU no había plantación de nabos. También coincidió que fue por esa misma época cuando en España se le incorporó el realizar las representaciones teatrales del Tenorio, que en un principio tenían lugar la noche del 1 de noviembre, 

víspera del Día de los Fieles Difuntos y que posteriormente se trasladó dicha representación a la

 noche del 31 de octubre por ser víspera de un día 

 festivo.

Así pues, a todos aquellos que no celebráis Halloween porque creíais y estabáis convencidos de que se trataba

 de una fiesta netamente estadounidense aquí tenéis la explicación de que andabais algo equivocados y podéis quedaros tranquilos porque en España, esta misma 

fiesta, ya se celebraba muchos siglos antes de ponerse

 de moda en EEUU (eso sí, no lo llamábamos Halloween

 ni había tanta parafernalia consumista).


¿Sabías que en España ya se celebraba   Halloween   muchos siglos antes de ponerse de moda en EEUU?

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons / pixabay
NOTA: Al no haber encontrado imágenes libres de 

derecho (CC) relacionadas con la celebración en España,

 he ilustrado la cabecera del post con una imagen representativa de la celebración irlandesa de Todos 

los Santos en el siglo XIX y que dio origen al término Halloween

  

¿Por qué las calabazas son el símbolo de Halloween?

¿Por qué las calabazas son el símbolo de Halloween?


Cuando los cientos de miles de inmigrantes irlandeses llegaron a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX

 se encontraron que en su nueva tierra de acogida no se sembraban 'nabos', una hortaliza que era imprescindible para una de sus celebraciones: el  "All Hallows Eve" (Víspera de Todos los Santos) una antiquísima y 

tradicional fiesta de origen celta conocida como

 "Samhain" y en la que se evocaba a los fallecidos

 y se celebraba el final de las cosechas.

Para ello se realizaban unos rudimentarios farolillos utilizando nabos que se vaciaban y se encendía su

 interior como si de linternas se tratase y las cuales 

debían permanecer encendidas toda la noche, con 

el fin de procurar no hacer enfadar a los espíritus

 (cabe destacar que el pueblo celta era muy

 supersticioso y basaba muchas de sus historias y 

creencias en leyendas, dioses y difuntos, algo que se heredó en todas aquellas regiones que recibieron su influencia).

Al encontrarse los irlandeses que no disponían de 

nabos, y ante la imposibilidad de celebrar los primeros Halloween sin éstos hasta que pudieran tener una producción propia plantada por ellos, echaron mano 

de un producto de temporada y que se cosechaba ampliamente en todos los Estados Unidos: la calabaza.

Así fue como la calabaza se hizo un sitio en esta 

antiquísima celebración que mucho ha cambiado desde entonces, convirtiéndose en una fiesta totalmente lúdica.

Cabe destacar que la tradición también habla de un personaje imprescindible en la celebración de Halloween: "Jack el tacaño", el cual portaba una

 calabaza hueca a la que se le añadía una vela y se

 utilizaba como linterna, de ahí su nombre: Jack-o'-lantern (linterna de Jack o Jack el de la linterna). Inicialmente, tal y como explica el cuento en el que está basado, esa linterna se realizaba con los mencionados nabos.



 

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