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miércoles, 23 de marzo de 2011

MARAVILLAS DE LA LENGUA CASTELLANA.

Un político, que estaba en plena campaña, llegó a un pueblo del


interior, se subió sobre un cajón e inició su discurso:



-¡Compatriotas, compañeros, amigos! Nos encontramos aquí convocados,

reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar o discutir un tópico,

tema o asunto trascendente, importante o de vida o muerte. El tópico,

tema o asunto que hoy nos convoca, reúne o arrejunta;, es mi

postulación, aspiración o candidatura al Parlamento de esta, nuestra

Comunidad.



De pronto una persona del público interrumpe, pide la palabra y le

pregunta al candidato:



- ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?



- Pues mire, caballero: la primera palabra es para las personas con un

nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etc. La

segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la

mayoría de los que están aquí hoy. Y la tercer palabra es para las

personas que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese

borracho que está allí, tirado en la esquina.



De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:



- Postulante, aspirante o candidato... ¡hic! El hecho, circunstancia o

razón de que me encuentre en un estado etílico, borracho o hasta el

culo... hic! no implica, significa, o quiere decir, que mi nivel

cultural sea ínfimo, bajo o jodido… ¡hic!. Y con todo el respeto,

estima o cariño que usted se merece ¡hic!, puede ir agrupando,

reuniendo o arrejuntando... ¡hic!, sus bártulos, efectos o

cachivaches... ¡hic! y encaminarse, dirigirse o irse, derechito a

perjudicar, molestar o joder a su progenitora, a la autora de sus

días, o a su puta madre!!!!!



¡¡QUE MARAVILLA LA LENGUA CASTELLANA!!

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