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domingo, 13 de septiembre de 2020

Los Chereguini y su lucha por la Patria, entregando su vida hasta la última gota de su sangre.

La maldición de los Chereguini.
Mi padre compañero de promoción de un Chereguini me contaba que esa familia de marinos/militares que en 1898 en la guerra de la revolución filipina los insurrectos machacaban a las tropas españolas asediadas. Y que a un Chereguini un obús le arrancó las dos piernas y cuando lo retiraban dijo que no, que lo pudiesen sobre un saco de harina abierto sobre sus dos muñones para desangrarse menos y que le diesen su arma para seguir disparando, cosa que hizo hasta desfallecer y morir.
En ese mismo año en el buque Vizcaya en Santiago de Cuba mandado por Antonio Eulate y Fery ( familiar de mi tía abuela paterna Catalina Torres Montes casada con Alejandro Fery marino en Ferrol) dicho buque antes de  hundirse y salvar más dotacion lo lanzó el Comte a toda máquina contra la escollera de la costa de Aserradero, de hecho son los únicos restos visibles de toda la escuadra de Cervera tras su explosion posterior sobresaliendo parte del buque sobre el nivel de la mar como pecio mostrando la torreta de un cañon, incluso punto de recorrido histórico turístico, pues en ese buque iba un Chereguini de guardiamarina y un disparo americano le cercenó sus dos piernas muriendo. 
En 1936 embarcaron en el crucero pesado Canarias de guardiamarinas entre otros mi padre y su compañero Chereguini como dotación de un montaje de 203 mm.
Me contaba mi padre, repito, tras lo anterior, que en combate naval con el Navarra en un relevo de la dotación del cañón su compañero Chereguini justo subiendo una escalerilla a otra cubierta una bala de un montaje enemigo le cortó las dos piernas y murió como consecuencia de ello.
Tres Chereguini dieron sus piernas primero y su vida después por España su Patria.
Pondré enlaces a un foro sobre Guardiamarina Chereguini ( 2) y sobre el pecio del Vizcaya en Santiago de Cuba. Gracias. 

Honor y Gloría!!!!!!

Fernando de Arnáiz Núñez 

Información sobre dos de los Chereguini que aquí se mencionan. El primero es Enrique Chereguini Buitrago, guardiamarina y embarcado en el crucero Vizcaya que murió el 3 de julio de 1898. De él escribió en 1924 otro compañero suyo que estaba destinado en el crucero Almirante Oquendo está bonita glosa: "Gloria en extremo fue la muerte de mi buen camarada de promoción Enrique Chereguini, al que una granada destrozó las piernas. Conducido a la enfermería de combate casi sin piernas, tuvo la entereza en su corta agonía, de recomendarle al sacerdote unos renglones para su madre y un recuerdo para su novia". ⚓️

Ángel Cervera 

Sobre el segundo, Ricardo Chereguini y Diaz-Sutil, teniente de Infantería de Marina, coincidió y fue muy amigo de mi padre, Manuel Cervera Cabello, que era Teniente de Navío, y que fue prácticamente el último comandante (accidental) del buque durante el tiempo que transcurrió entre el torpedeamiento y el hundimiento del crucero Baleares. Ellos escribieron un libro en 1948 junto con Arriaga y contando la historia del Baleares. Es una historia impresionante porque la conozco perfectamente por mi padre. 

Ángel Cervera 

Este es el libro que escribieron juntos y que me emociona al recordarlo.
Crucero Baleares 1936 a 1938
De Manuel Cervera, Comte IM Ricardo Chereguini y Arriaga. 
Esa misma noche desaparecieron también tres Cervera: un Alférez de Navío y dos marineros voluntarios; dos eran primos de mi padre y uno era hermano de mi padre (Jose Luís Cervera Cabello). Era estudiante de ICAI y tenía 20 años.  

Aparte de una medalla militar colectiva concedida a la dotación completa del crucero, se concedieron 3 medallas militares individuales: dos de ellas al capitán médico Magín Pallares y al teniente de navío Juan Sarrià, por su conducta de abnegación y sacrificio  demostrada. La tercera fue a mi padre y en la orden ministerial de 1943 se decía "...cuando llegó el momento de un final irremediable, tuvo el acierto de organizar con éxito la evacuación de heridos, preparar el salvamento de náufragos y destruir la documentación y claves, obrando en aquellos tráficos momentos con la serenidad, calor y conocimiento de un brillante Jefe de la Marina..."

Como última anécdota para no cansarles más, recuerdo que de niño al ver a mi padre de almirante con la medalla en el pecho y el distintivo de submarinista le pregunté por qué no se ponía otra muchas que había logrado en su carrera militar y él, todo humilde me dijo que esos dos distintivos eran más que suficientes y que lo "otro" no valía tanto... Ya de mayor, cuando él se había ido de este mundo lo entendí perfectamente y lo admiré mucho más... ⚓️

Ángel Cervera 

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Fernando de Arnáiz Núñez 


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