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domingo, 6 de febrero de 2022

El cáncer, un enemigo invisible. Sergi Alcalde.

 



Iglesia Nuestra Señora del Rosario del Arsenal/Base Naval de La Carraca, San Fernando, Cádiz
Donde casó María del Mar y Fernando en 20 marzo de 2010
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Sábado 5 Febrero 2022
Sergi Alcalde
Sergi Alcalde
Redactor de National Geographic España

El cáncer, un enemigo invisible

Ayer, como cada 4 de febrero, se celebró el Día Mundial contra el Cáncer, una jornada designada por la Organización Mundial de la Salud para concienciar a la sociedad acerca del control y prevención de esta enfermedad. Un año más se realizaron todo tipo de actividades benéficas, se recaudaron fondos para la investigación y se lanzaron campañas informativas sobre esta dolencia silenciosa que se cobra la vida de unas 100.000 personas al año en España, más que el número acumulado de fallecidos por COVID-19 desde que empezó la pandemia.

Y es que, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), uno de cada tres españoles tendrá algún tipo de cáncer a lo largo de la vida. Por poner un ejemplo, esta entidad estima que solo en 2021 se diagnosticaron unos 280.000 nuevos casos, aunque podrían ser más, debido a los efectos que la pandemia está teniendo sobre los programas de cribado de los diagnósticos.

La buena noticia es que, a pesar del gran número de afectados, se calcula que alrededor del 60% de todos los tumores malignos se curan, un hito que debemos a la investigación científica. En los últimos años se han dado pasos de gigante para tratar esta enfermedad desde todos los flancos posibles, desde la detección precoz hasta el desarrollo de nuevos tratamientos, menos invasivos y más eficaces.

No es baladí que para la revista Science el descubrimiento científico más relevante del 2021 fuese el hallazgo de la estructura tridimensional de las proteínas, una cuestión que llevaba medio siglo sin resolverse y que recogimos el verano pasado en nuestra web. Un sistema de inteligencia artificial de Google llamado Deepmind fue capaz de capturar la secuencia de aminoácidos de las proteínas y predecir su estructura con increíble precisión y en un tiempo récord. Y ¿por qué es tan importante este hallazgo? Por la sencilla razón de que las proteínas son los motores fundamentales de la vida y uno de los componentes esenciales de la biología. Por algo son conocidas como los ‘ladrillos básicos para la vida’. El descubrimiento de su forma tridimensional es crucial en distintos campos de investigación, pero tiene una utilidad especial en el campo de la medicina, pues permitiría el estudio en profundidad de todas las enfermedades. Especialmente aquellas que tienen difícil tratamiento, como es el caso del cáncer. 

Recientemente, las proteínas han vuelto a ser objeto de buenas noticias, y es que un equipo de científicos liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Hospital General de Massachussets ha identificado y visualizado por primera vez nueve proteínas implicadas en un proceso determinante para abordar la enfermedad: conocer cómo las células se reparan a sí mismas tras sufrir una rotura en la cadena de ADN. Lo consiguieron valiéndose de una técnica pionera, también con la ayuda de la inteligencia artificial. “Es como si el ordenador hubiese generado una hoja de ruta de cómo se produce la reparación del ADN de la célula”, explicaban los investigadores a National Geographic España. Resulta que conocer los intrincados mecanismos de reparación de las células es algo crucial en la investigación contra el cáncer, pues podría dar lugar a tratamientos de quimioterapia mucho más precisos que permitan destruir las células cancerosas sin dañar las sanas. Sería como tener unas gafas especiales que nos permitieran visualizar dónde estamos apuntando y conocer al mismo tiempo el objetivo a batir. Ello aumentaría la eficacia de los tratamientos y reduciría los efectos secundarios. Además, si conocemos qué proteínas están involucradas en ese proceso de reparación celular, será más fácil crear nuevos medicamentos que actúen sobre ellas. 

Y seguimos con las proteínas, pues hace unos meses se descubrió que la molécula llamada Yes Associated (YAP) es responsable de alguna u otra manera de la resistencia a los tratamientos oncológicos en todos los tipos de cáncer. Se espera que este hallazgo, realizado por científicos del Sinaí Health de Toronto y del que dimos cuenta en nuestra web, sirva para mejorar sustancialmente los tratamientos, pues actúa sobre una de las principales armas que tiene el cáncer para ganar terreno: esquivar los medicamentos.

Estos y otros descubrimientos que están todavía por venir servirán para mejorar el pronóstico y reducir la letalidad de esta enfermedad. Pero para luchar cara a cara contra el cáncer es necesario que sepamos exactamente a qué nos estamos enfrentando, cómo prevenirlo y cómo afrontarlo. Y para ello, es crucial que acudamos únicamente a fuentes autorizadas y evitemos dar por buenos argumentos no contrastados. Hace un tiempo, con ayuda de expertos de la Asociación Española contra el Cáncer, publicamos una lista en la que desvelamos algunos de los mitos más extendidos relacionados con esta enfermedad, como por ejemplo, que el cáncer es hereditario o que es una enfermedad moderna. En todos estos años hemos tenido que renovar esfuerzos a la hora de desmentir bulos relacionados con el cáncer. Uno de los más escuchados recientemente, que el 5G es cancerígeno, lo analizamos aquí

Tampoco es cierto que el café, los desodorantes o los edulcorantes provoquen cáncer, o que los suplementos vitamínicos reduzcan el riesgo de padecer la enfermedad. No existen dietas anticáncer ni alimentos curativos. Sí es cierto, por el contrario, que el alcohol es un factor de riesgo, aunque solo consumamos una copa de vino con las comidas. En este artículo desmentimos más afirmaciones sobre alimentación y cáncer. 

La celebración de jornadas como la de ayer, son, sin duda, una herramienta perfecta para hablar sin tapujos de esta enfermedad sobre la que cada día tenemos más información, mejores herramientas de diagnóstico y tratamientos más eficaces. Esperemos que los recientes descubrimientos nos ayuden a ganar la batalla definitiva. Hasta entonces, seguiremos atentos a las proteínas.

¡Hasta la semana que viene!

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