RAYUELA, SAN FERNANDO de CÁDIZ.
Que tú y yo nos queremos
.
Cuando por las calles del pueblo nos encontramos
solemos ignorarnos; casi ni nos miramos.
Con la cabeza baja, seguimos andando
como dos desconocidos que van como dormidos,
que aún no despertaron; que van como sonámbulos.
Cuando nadie nos ve de lejos nos miramos,
siguiéndonos con la vista allá donde vayamos.
Que tú y yo sabemos que nos queremos,
pero nadie debe saberlo ni tampoco sospecharlo.
Que los dos a escondidas como niños nos amamos.
Ni el sol, ni las estrellas, ni el cielo, ni el aire
pueden saber lo mucho que tú y yo nos queremos.
No ha de saberlo nadie,
tan sólo las cuatro paredes; sólo ellas lo saben.
Sólo lo saben mis manos y tu piel suave.
Mis labios en tu boca cuando pueden besarte.
Quererte como yo te quiero,
te juro por mi vida, que no te querrá nadie.
Amor de mis días, tardes y noches.
Amor de mi cuerpo, alma, corazón y mente.
Aunque se inunde la tierra o caiga el sol inerte.
Aunque el cielo se quede sin estrellas.
Aunque la luna no alumbre ya más
y se queden sin agua los ríos y mares,
este pobre corazón mío no dejará de quererte.
Somos casados y nos queremos…nunca deberá saberlo la gente
.
De Amores
España
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