Aunque muchos la conocían como "Casa del Cura" o "Villa San José", lo cierto es que el primer nombre de este recreo cercano al Real Observatorio de San Fernando fue "Villa Anita" y hace 100 años pertenecía al riojano Santiago Hervías Prado.
Natural de San Millán de la Cogolla, llegó a Cádiz a principios del siglo XX para estudiar en el Colegio de San Fernando y pronto se convertiría en un acaudalado comerciante e industrial del negocio de los tejidos; nunca se desvinculó del pueblo donde residía sus padres, Román y Tomasa, colaborando con festejos como la benéfica "Fiesta del Árbol" organizada en 1909. Se casó en La Isla el 19 de marzo de 1910 con Ana Roca Rittwagen, teniendo al menos dos hijos: Anita, a quien seguramente se debía el nombre de la finca existente junto al Observatorio, y Santiago, bautizado en 1917 en la Iglesia del Rosario de Cádiz. Durante la segunda década del siglo XX, llegó a ser concejal de nuestra ciudad por el Partido Liberal-Fusionista hasta su renuncia en 1918 y miembro de la Unión Patronal de la Industria y el Comercio de Cádiz, de la cual fue elegido presidente en 1920.
La revista Panorama lo describía entonces como "persona de mucha inteligencia, al mismo tiempo que de mucha conciencia". Fue candidato de las Izquierdas Coaligadas para concejales por el Partido Reformista en 1922 y estuvo involucrado en los orígenes del fútbol gaditano, como parte de la directiva del Español C. F. y más tarde del Mirandilla F. C., todo ello sin abandonar su gestión al frente del importante establecimiento de tejidos "La Innovación" situado en el número 8 de la Plaza de Topete o "de las Flores", que creció notablemente en 1928 con la adquisición de los antiguos almacenes de sus parientes "Hervías Hermanos" en la calle Novena.
En 1935, participó en la constitución de la Sociedad Gaditana de Fomento, pero la última noticia que tenemos es que el Gobierno de Franco lo sancionó en 1942 por infracción en materia de tasas con una multa de 50.000 pesetas, incautación de mercancías intervenidas y cierre de su establecimiento durante tres meses. Para entonces, la casa de la fotografía ya estaría ocupada por el capellán José Cordero Piano, quien, en década de los cincuenta, la vende a Defensa para su aprovechamiento como vivienda de jefes de sección del ROA. Tras décadas de abandono, fue finalmente derribada para construir en su solar el nuevo Edificio de la Hora inaugurado en 2017.
La tengo que buscar y subir una foto de la época.
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