La Batalla de Brión. Titi Perales Garat
Por Titi Perales.
Si fuéramos como los ingleses estaríamos orgullosos de nuestro pasado, de nuestras victorias y hasta de nuestros fracasos; la Batalla de Brión (25-26 de agosto de 1800) sería para nosotros lo que para ellos es la Invencible: motivo de escarnio, aunque bien sabemos que su Contra-armada sí que fue un fracaso, y no precisamente climatológico. Y si no me creen, lean a Luis Gorrochategui.
Lo cierto es que no solemos tener presente en qué contexto se produjo ese ataque. Los ingleses venían espiando Ferrol desde hacía tiempo. ¿Por qué? Porque era el Arsenal más importante de España y, por tanto, del mundo. Ya en 1767-68 (nótese lo que faltaba por construir aún en el Arsenal, la muralla…) el Mayor inglés Hugh Debbieg, ingeniero, hizo un estudio de las defensas de Ferrol y planteó un posible ataque "Si la disputa con España, relativa a las islas Falkland (Malvinas) no termina felizmente podría, probablemente, intentarse un ataque para destruir la Flota Española, en el Puerto de Ferrol". (British Museum, traducido por el General de Brigada Jorge Suanzes). No terminó de modo feliz, pues España venció en el combate de Puerto Egmont en 1770, y los ingleses, encorajinados, siguieron con su plan. El resultado lo conocemos.
SI fuéramos como los ingleses tendríamos la batería de Doniños limpia y restaurada, con una gran bandera española y la figura de un soldado disparando un cañón; tendríamos un pequeño centro de interpretación en alguna dependencia del antiguo Campo de Tiro, donde venderíamos camisetas, tazas y todo tipo de souvenirs con el lema "Volved por otra" y cada aniversario montaríamos en la playa un número fantástico con lanchas de desembarco, recreación del combate y fuegos artificiales como apoteosis de la victoria. Hoy se celebra una pequeña fiesta que no recibe el aprecio ni la asistencia dignas de un hecho de tan valioso recuerdo, casi el único hecho histórico memorable de nuestra ciudad.
En Irlanda homenajean a los caídos de la Invencible. No somos compatriotas -aunque si correligionarios- y nos rinden honores. Nosotros ni siquiera celebramos nuestros éxitos: cómo pusimos en su sitio a los que durante siglos han sido –y son- nuestros enemigos. La gesta que aquí se llevó a cabo, pero que en Menorca (y no digamos en Gibraltar) fue y es una dolorosa y anacrónica ofensa, apenas es conocida por los locales ni destacada por los historiadores.
Me encantaría ver algún día un acto como los que digo y a todos los ferrolanos y españoles orgullosos de su historia. Me encantaría que el patriotismo (que no patrioterismo) no hubiera pasado de moda. Me encantaría que en lugar de ser consumidores de leyendas negras escritas por piratas de otros tiempos e hispanistas-hispanófobos de ahora con la sangre de nuestros antepasados, fuéramos amantes de la historia, de gloria o de derrota, pero verdadera.
Si fuéramos como los ingleses haríamos una fiesta espectacular. Si fuéramos como los ingleses acuñaríamos monedas conmemorativas. Si fuéramos como los ingleses nos habrían devuelto Gibraltar. Si fuéramos como los ingleses… ¡ay! al menos tendríamos bonitos parterres en la plaza de España…
PD. Hablo de Doniños porque es una opción asequible, accesible y visible. El objetivo sería una gran celebración conjunta con el castillo de San Felipe en todo su esplendor… Si fuéramos como los ingleses
*Plano de la BNE, ca. 1795. (sig. MR/42/617) y fotos propias.
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