http://www.lavozdigital.es/cadiz/201509/23/puente-nuevo-cadiz-20150923135844-pr.html
Tras ocho largos años de obras, avances, retrasos, promesas, debates y 511 millones de euros de inversión, el puente de la Constitución 1812, elnuevo y segundo puente de Cádiz, une desde hoy y para siempre la capital de la provincia con Puerto Real y parte de la Bahía.
En la inauguración de la obra, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha afirmado: «Tanto esfuerzo ha merecido la pena». Según sus palabras, el puente significará un «avance para el progreso de toda la región», además de ser en sí una «obra de ingeniería de talla mundial que disfrutarán los gaditanos». Para la presidenta de la Junta, el proyecto que se abrirá este viernes al tráfico será para la provincia de Cádiz «un salto a la modernidad, un puente para el empleo».
Ha sido un acontecimiento, esperado por muchos que han visto como, día a día durante este tiempo crecía el coloso y se convertía en todo un hito de la ingeniería española.
Con casi cinco años de retraso sobre la primera fecha que se barajó para su apertura, el nuevo puente de Cádiz impresiona por sus dimensiones hasta a los que han estado trabajando en él a diario. El proyecto, diseñado por el ingeniero Javier Manterola y ejecutado por la UTE formada por Dragados y Dracey, ha ha llegado a precisar durante su construcción de 650 operarios.
Las cifras del puente de la Constitución 1812 sostienen además de los más de 100.000 metros cúbicos de hormigón (cinco veces más que en el famoso Corcovado brasileño) y 70.000 toneladas de acero (nueve veces y media más que el acero empleado en la Torre Eiffel), el gran peso de ser ya una obra de referencia en toda Europa, como el mejor proyecto de ingeniería moderna de los últimos tiempos. «Los puentes deberían de ser considerados también obras de arte», ya lo decía Manterola.
Y no será porque no ha batido récords. El nuevo enlace de la Bahía de Cádiz tiene una longitud de cinco kilómetros, de ellos, 3.092 metros transcurren salvando el mar, y el resto le une con el Río San Pedro en Puerto Real y con la barriada de Astilleros en Cádiz. En total, unos cinco kilómetros que le convierte en un enlace más largo que otros tan conocidos como el Golden Gate y el de Brooklyn, en Estados Unidos.
Su anchura es de 36,8 metros para albergar dos carriles por sentido para el tráfico viario y una plataforma para un tranvía u otro transporte público en su defento que se prevé incorporar más adelante.
Su altura es de las cosas que más impactan. Nada menos que 185 metros tienen sus torres (las más altas de España y cuatro veces más grandes que la Estatua de la Libertad). Y uno de sus grandes retos e hitos, los 69 metros que tiene de gálibo, que representa la distancia entre el mar y el tablero, y que lo convierten con estas medidas en el segundo más alto del mundo, tras el de Verrazano Narrows de Nueva York y por delante del Golden Gate de San Francisco.
El puente está integrado por cuatro estructuras: el viaducto de acceso a Cádiz, el tramo desmontable, el viaducto atirantado y el viaducto de hormigón de acceso a Puerto Real.
La construcción e instalación del tramo desmontable, una pieza de 150 metros y de más de 4.000 toneladas de peso, ha sido una de las grandes dificultades que ha afrontado este proyecto.
Este tramo desmontable fue una petición de los astilleros de Navantia para que el nuevo puente no fuera un obstáculo si en un futuro hipotético construyen barcos o estructuras superiores a los 69 metros, algo que jamás ha ocurrido, pero que obligó a cambiar incluso el proyecto inicial y a que se diseñara una estructura completamente vanguardista.
Hasta cuatro nombres
Además, antes de ser inaugurado, el puente ya tiene más de un nombre. En concreto, cuatro. Puente de la Constitución de 1812 es el oficial. Se le puso cuando se anunció que se abriría para el Bicentenario de la Constitución de Cádiz, circunstancia que evidentemente no se dió. O 'La Pepa', nombre que le dan los más 'cariñosos', en honor a la histórica Constitución firmada en la ciudad.
Pero la amplia mayoría de los gaditanos se refiere a él de una forma mucho más coloquial: el segundo o el nuevo puente, porque, sencillamente, es ése, el que se ha levantado tras el puente Carranza, inaugurado en 1969, que hasta ahora ha cubierto, con la infinita paciencia de los conductores incluída, las funciones de ser el único enlace sobre el mar del que disponía la capital de la provincia.
Como se persigue al encarar los grandes proyectos de la ingeniería civil, será a partir de ahora cuando el nuevo puente de Cádiz, sobre marcas y récords, tendrá que cumplir su principal misión: facilitar la vida diaria de gaditanos y visitantes, y además convertirse en un revulsivo para las comunicaciones en la Bahía de Cádiz, especialmente de su puerto, llamado a ser uno de los principales motores de la economía de toda la provincia.
( R.J.E.)
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