Sí, eso, lo propio de Cantinflas, cantinflear. Es la ocurrente definición que Ignacio Camacho ha hecho esta semana de Pedro Sánchez y sus peroratas, puro cantinfleo:
"Un cantinfleo de neolenguaje pseudotecnocrático con el que sus asesores rellenan decenas de folios a base de abstractos sintagmas intercambiables: conectividad sostenible, gobernanza interactiva, dinamismo transformador, externalidad resiliente, sostenibilidad conectada, transformación modernizadora, resiliencia dinámica y así hasta el infinito combinando sustantivos y adjetivos en un bucle de carcasas semánticas huecas entre las que no pueden faltar los mantras identificadores del progresismo: digital, igualitario, ecológico e inclusivo." (Ignacio Camacho: Canéforas)
Dice la Real Academia Española que "resiliencia" significa:
"Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos".
Pocas veces he dado con un análisis tan preciso y exacto, tan microscópico, del sujeto Pedro Sánchez: "un agente perturbador".
Resiliencia es palabra que agita Sánchez cuando quiere pasar por salvador de la patria pospandémica. Plan de resiliencia y tal. A ver si te suena la manera en que el presidente del PSOE lo anuncia:
"España puede"… En fin.
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Suena a brebaje terminológico progre. Pero levantemos la alfombra verborreica y veamos qué hay detrás de la palabrita....
De las rotondas de ZP a las ventanas de aluminio de PS.
El "agente perturbador o adverso", alias, Pedro Sánchez, ha "resilienciado" esta semana en el Congreso de los Diputados otra muestra de su portentosa, digamos... ¿imaginación?
Sánchez aprovechó también para dedicar sus palabras a la nefasta república española parte 2, definiéndola como "vínculo luminoso de nuestro mejor pasado".
¡Vínculo luminoso! ¿Como un cable con enchufe? Una bombilla, no sé, vínculo luminoso, la pera limonera.
¡Y luminosa!
La Historia siempre se vuelve contra los mentirosos
El lunes pasado, en el Congreso, los socialistas y los cómplices del agente perturbador, socios del PSOE en la tarea de destruir la nación a la mayor velocidad posible, sintieron un poderoso vínculo luminoso en sus congresuales posaderas al escuchar estas dos palabras: Clara Campoamor.
La reina presidió un homenaje a esta política republicana y con tal motivo tuvimos que soportar una ración extra de mentiras históricas a propósito de tan insigne protofeminista.
El estremecimiento posaderil de sus señorías progresistas tiene su origen en la combinación espuria del término "república" con la memoria de Clara Campoamor.
La izquierda se ha esforzado mucho desde los años 70 en censurar su propia historia, y fruto de ese empeño es el intento de sepultar la memoria de Clara Campoamor, lo que aquella política terminó pensando del régimen republicano por el que tanto luchó:
"El Gobierno republicano tomaba deliberadamente la decisión más grave para el país. Dejándose arrastrar por los socialistas -quienes siempre han afirmado que que no querían ceder sin lucha- el Gobierno entregó la España gubernamental a la anarquía."
Este es un fragmento de las memorias de Clara Campoamor. ¿Un poquito más?
"Las milicias socialistas y comunistas estaban ya organizadas [el 20 de julio de 1936]. Habían recibido instrucción militar desde hacía tiempo y a espaldas del mando, por parte de oficiales.
Estas milicias marxistas organizadas con miras a la revolución de octubre de 1934 [se refiere a la revolución de Asturias] habían seguido desarrollándose y el triunfo del Frente Popular se había limitado a sacarlas a la luz."
Clara Campoamor, republicana convencida, tuvo que huir de España. Andrés Trapiello, el gran lector de la guerra civil (Las armas y las letras), señala que demasiadas manos socialistas y comunistas, algunas con escaño en el Congreso, se levantaban contra ella:
"Margarita Nelken [diputada del PSOE y del PCE], una escritora mediocre, no parece que hubiera tenido reparo en 'pasear' personalmente a Campoamor, o alguno de los partidarios de Pasionaria, Durruti o Largo Caballero." (Andrés Trapiello: El potaje madrileño)
Si España te importa, no te pierdas las memorias de Clara Campoamor sobre la república, escritas en 1936:
"Si el porvenir trae la victoria triunfal de los ejércitos gubernamentales [de la república], ese triunfo no llevará a un régimen democrático.
El triunfo de los gubernamentales sería el de las masas proletarias, y al estar divididas esas masas, nuevas luchas decidirán si la hegemonía será para los socialistas, los comunistas o los arnarco-sindicalistas.
Pero el resultado solo puede significar la dictadura del proletariado."
El libro se titula La revolución española vista por una republicana. Es uno de los libros importantes para entender lo que pasó.
El soviet del PSOE
Esta semana El Mundo publicaba un amplio reportaje sobre un viejo periódico norteamericano, La Prensa, que se publicaba en Nueva York, en español, en los años 30 del pasado siglo.
La edición del 21 de febrero de 1936, aparecida inmediatamente después de las elecciones en las que supuestamente ganó en Frente Popular, publicaba en portada un reportaje sobre la situación de España, que incluía declaraciones de Francisco Largo Caballero, a la sazón, presidente del PSOE y a pocos meses de convertirse en ministro republicano de la Guerra:
"Los líderes socialistas declararon que la victoria del [Frente Popular] en los comicios y la subsecuente formación de un gobierno de izquierda son sólo un escalón hacia el establecimiento de un soviet español.
Declararon que tenían la esperanza de poder dar cima al plan de 'una unión de repúblicas soviéticas ibéricas' antes de cinco años.
Un elevado personaje del partido socialista informó privadamente a AP de que en ese plazo 'sería derribada la presente democracia y quedaría ya perfectamente establecida la Unión de Repúblicas Soviéticas de la Península Ibérica, abarcando toda España y posiblemente Portugal también'." (La entrevista perdida de Largo Caballero: "Habrá soviet en España en cuanto caiga Azaña")
El "elevado personaje del partido socialista" que informa al periodista es el propio Largo Caballero, quien le cuenta:
"Lenin predijo que España sería el segundo estado soviético de Europa. La revolución de España es idéntica a la de Rusia." (La entrevista perdida de Largo Caballero: "Habrá soviet en España en cuanto caiga Azaña")
Cuando el corresponsal escribió su crónica faltaban cinco meses para que se iniciara la guerra civil:
"Cuando el momento sea oportuno, Largo Caballero y el partido socialista están preparados para ocupar el poder, por la fuerza si fuera necesario." (La entrevista perdida de Largo Caballero: "Habrá soviet en España en cuanto caiga Azaña")
Aunque la siguiente cita parece pertenecer a Pablo Iglesias en el Congreso, vuelve a corresponder a Largo Caballero, que dos meses después de la entrevista con La Prensa, le dijo a un periodista del diario Heraldo de Madrid:
"Las derechas en España, para nosotros, deben haberse terminado ya en lo que significa gobernar nuestro país." (citado por Roberto Villa en 1917, Largo Caballero y el Soviet español)
Andrés Trapiello concluye con acierto que "Franco dio su golpe de Estado el 18 de julio porque Largo Caballero no pudo darlo el 17".
Pero la izquierda no aprende y convierte los crímenes del pasado en reivindicación del presente. Esta semana, en Madrid:
Los manifestantes que el pasado miércoles portaban estas banderas y estas fotografías no son extraterrestres, ni zombis de los años 30. Son los que el próximo 4 de mayo votarán a Podemos, Más Madrid y PSOE.
Lo que aparece en estas fotografías de esta misma semana es la izquierda. La izquierda hoy. Tan calcadita a la izquierda de ayer.
Las mismas siglas que aplaudían a Largo Caballero cuando reclamaba el soviet español, han desfilado esta semana por la Gran Vía madrileña y han homenajeado en el Congreso de los Diputados a Clara Campoamor. Pero la Historia, como las mareas con los naufragios, siempre termina sacando a flote las mentiras:
"A los actuales republicanos españoles les cuesta digerir la evidencia paradójica de que los ideales de la II República no se cumplieron hasta la consolidación de la monarquía de Juan Carlos I." (Ignacio Camacho: República para qué)
Una última nota sobre socialistas y comunistas, un testimonio de esos que luego no puedes olvidar. Lo firma Marcial Cuquerella:
"Hoy los descendientes de las víctimas de Paracuellos sienten más presente que nunca el dolor de aquella carnicería.
Hemos sido obligados por ley a recordar que nos cruzamos a diario con los nietos políticos de aquellos, hemos sido obligados por ley a tener que hacer un esfuerzo de la voluntad, otro más, para tratar de superar aquello y mirar p'alante juntos como una nación.
Hemos sido obligados por ley a recibir amenazas de exhumaciones, de venganzas, de recuperar odios." (A por ellos como en Paracuellos)
Ciudadano, yo de ti no me perdería este artículo, te recomiendo que lo leas de principio a fin.
¡Y te deseo un domingo estupendo!
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