Control y Reorganización Política de Galicia
En palabras de Jerónimo Zurita y Castro, historiador célebre por su obra Anales de la Corona de Aragón del siglo XVII:
En aquel tiempo se comenzó a domar aquella tierra de Galicia, porque no sólo los señores y caballeros della pero todas las gentes de aquella nación eran unos contra otros muy arriscados y guerreros, y viendo lo que pasaba por el conde —que era gran señor en aquel reino— se fueron allanando y reduciendo a las leyes de la justicia con rigor del castigo. Volvió el rey de Galicia a Salamanca en fin del mes de noviembre, y desde aquella ciudad se envió su audiencia real formada a Galicia, para que residiese en aquel reino y con la autoridad de los gobernadores y jueces que allí presidiesen y con rigurosa ejecución se administrase la justicia; y el arzobispo de Santiago les entregó su iglesia habiendo pasado por el estado del conde de Lemos y por todas las otras tierras de señores que hay hasta llegar a su arzobispado sin ser recibidos los oidores: tan duros y pertinaces estaban en tomar el freno y rendirse a las leyes que los reducían a la paz y justicia, que tan necesaria era en aquel reino, prevaleciendo en él las armas y sus bandos y contiendas ordinarias, de que se siguían muy graves y atroces delitos y insultos. En esto y en asentar otras cosas, se detuvieron algunos días el rey y la reina en la ciudad de Salamanca.
Tras la Revuelta Irmandiña, los Reyes Católicos reforzaron la autoridad monárquica en el Reino tomando, entre otras, las siguientes medidas:
La asunción del castellano como lengua de las clases altas y de la administración.
Nombramiento de un Gobernador-Capitán General foráneo plenipotenciario (auténtico virrey).
Creación de un órgano jurisdiccional para la impartición de la Justicia en el nombre de la Monarquía: La Real Audiencia del Reino de Galicia, presidida por el Gobernador-Capitán General.
Orden de no reconstruir los castillos derrumbados por los irmandiños.
Integración progresiva de los monasterios gallegos en las congregaciones de Castilla y Valladolid.
Se elimina a los nobles gallegos restantes que se oponen a la política o a la legitimidad del reinado de los Reyes Católicos, lo cual implica la anexión de sus territorios (incluyendo El Bierzo) en los de la Corona de Castilla. El mariscal Pero Pardo de Cela es decapitado en Mondoñedo; Pedro Madruga, conde de Camiña y Soutomaior es arrinconado en Portugal y, muy probablemente, asesinado.
La centralización administrativa y el control del Reino de Galicia se da como finalizada con el viaje a Santiago de Compostela de los Reyes Católicos en 1486. Se considera esta época como el fin del sistema feudal y comienzo de la Edad Moderna en Galicia.
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