«He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos».
El Principito. Antoine de Saint-Exupéry
«El Principito ha pasado de padres a hijos desde hace ochenta años y es una obra de la que aún seguimos aprendiendo»
Amante del dibujo desde muy pequeño, tras realizar el servicio militar descubrió que la aviación era su gran pasión. Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) autor de El Principito, nunca pudo imaginar que este relato corto se convertiría con los años en una de las obras más conocidas y leídas en todo el mundo, traducida a doscientas cincuenta lenguas y numerosos dialectos.
El protagonista del relato, cuidaba de tres volcanes y una rosa allá donde habitaba. Parece ser que la ciudad de Antigua, en Guatemala, le sirvió de inspiración al escritor francés para escribir su obra más universal, ya que tras un
accidente aéreo en dicho país lo trasladaron a la bella ciudad de época colonial en la que abundan las rosas y existen tres volcanes. Durante su recuperación, paseó por las calles de la ciudad quedando asombrado por su belleza y esos
pequeños detalles contribuyeron a imaginar su novela.
El Conde de Saint-Exupéry escribe su primera novela en 1928, Correo del Sur, ya siendo piloto, carrera que comenzó realizando vuelos turísticos en Francia que más tarde ampliaría hacia África y Sudamérica para realizar vuelos comerciales.
Su segunda novela, Vuelo nocturno (1931) supuso un gran éxito de crítica. Posteriormente trabajó como corresponsal, lo que le inspiró a escribir otra de sus novelas, Tierra de hombres (1939) en la que plasmaría parte de sus experiencias vividas durante años viajando por el mundo. En 1944 se disponía a cumplir una misión partiendo de Córcega, sin embargo no llegó a completarla ya que su avión se estrelló. En 1948 se publicó una obra póstuma titulada Ciudadela con reflexiones sobre política y filosofía.
Combatió durante la Segunda Guerra Mundial instalándose en Nueva York donde escribe Piloto de Guerra (1943) que recoge sus vivencias durante el conflicto bélico y será en esta misma ciudad cuando el seis de abril 1943 ve la luz El Principito, ilustrado con acuarelas hechas por el mismo autor. Será editado en inglés en un primer momento y tres años más tarde, ya acabada la Guerra en francés. Este año 2023 se conmemora el octogésimo aniversario de su publicación.
La obra comienza con la explicación del narrador que cuenta su deseo de ser dibujante cuando era un niño, pero sus dibujos eran interpretados de forma muy distinta por los adultos, éstos no veían lo que él dibujaba, sino otro objeto
diferente lo que le causó una gran frustración y le hizo abandonar la afición por esta disciplina. Siendo ya adulto trabajaría como piloto y tras un accidente en tierras del Desierto del Sahara, su avión tiene que ser reparado, pero debe hacerlo él ya que no hay ningún asentamiento cercano; es entonces cuando aparece un personaje un tanto peculiar y a partir de ahí le cuenta su historia, le pide un dibujo, le hace preguntas y reflexiona sobre valores importantes para el hombre. Este personaje procede de un pequeñísimo planeta, Asteroide B 612, que un día decidió dejar atrás para conocer otros planetas, La Tierra será el último que visite en su viaje. Él es Le Petit Prince, El Principito.
A lo largo de la obra aparecen temas como el amor, la amistad, la vanidad, el sentimiento de pérdida, la lealtad, la confianza, el materialismo o la soledad, temas sobre los que reflexionar y expuestos por el autor a partir de los relatos contados por el pequeño príncipe sobre sus viajes, en su mundo animado con historias protagonizadas por diversos personajes como un rey, un hombre de negocios, un hombre vanidoso, un geógrafo o un bebedor, animales como el zorro o la serpiente u objetos inanimados con los que el principito mantiene una buena comunicación.
Antoine de Saint- Exupéry escribió un libro infantil para adultos, con una narrativa sencilla y clara que aborda temas fundamentales tanto para el crecimiento personal de cada individuo como para las relaciones con los demás. Es en realidad, un relato filosófico de aparente simplicidad pero con gran valor moral.
El Principito se ha convertido en un clásico contemporáneo y nos hace reflexionar sobre temas profundos que interesan a todos y que nos ayudan a mejorar como personas, de ahí la clave del éxito de una obra que ha pasado de
padres a hijos desde hace ochenta años y de la que aún seguimos aprendiendo porque la vida es eso, un continuo aprendizaje.
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