Hay canciones que un día escuchamos y entran a formar parte de nuestras vidas, como lo formaron en la de nuestros padres y lo serán en la de nuestros hijos, las denominamos clásicos. Una de esas escasas canciones que van más allá de pertenecer a una generación en concreto, para convertirse en banda sonora de la historia reciente de la humanidad es “My way”, una composición que tiene su propia historia.
El compositor Jacques Revaux hizo en 1967 “For me” para la vocalista Dalida, a esta no le agradó demasiado y Revaux se la llevó a su amigo Claude François, que sugirió algunos retoques, convirtiéndola en “Comme d’habitude” que ofrecía un retrato dramático del tedio de la vida conyugal, del paulatino alejamiento de una pareja que hace el amor «como de costumbre«. A Paul Anka le entusiasmo la melodía pero le cambió la letra, naturalmente en inglés. Frank Sinatra con el tiempo la convertiría en la joya de su repertorio.
“My Way” no es sólo una canción, es un mensaje de honestidad con uno mismo, todo un estilo de vida. Si nunca habéis prestado atención al texto, os recomiendo que al menos una vez escuchéis la canción leyendo la letra y os encontraréis con una declaración de principios por excelencia.
Francis Albert Sinatra fue pandillero, alcohólico, se le vinculó con la mafia, se le acusó de mujeriego, vividor, déspota, vanidoso, cocainómano, estafador… Amó a las actrices más célebres de Hollywood, se casó cuatro veces y tuvo tres hijos. Ganó diez Grammy y dos Oscar, y todo lo hizo a su manera. La Voz, Frank Sinatra es sin duda, uno de los grandes artistas que nos regaló el siglo pasado, su voz, su música, su estilo, su sensualidad le hicieron todo un icono.
Dedicada a Aquilino Alejos, Joaquín Constans, Sergio Gil, Fernando Villacastín, Antonio Pardo, Isabel Cuesta, María Angustias Marugán y Agustín Rodríguez (Comentario que no comprendería Sheldon Cooper).
No hay comentarios:
Publicar un comentario