La Esperanza Macarena de Sevilla.

87 AÑOS DE LA FOTOGRAFÍA DEL "CAJÓN"

Hoy se cumplen 87 años de la archiconocida fotografía de la Esperanza Macarena en el cajón. Ha sido miles de veces publicada pero lo que pocos saben es el autor de la misma: Carlos Flores Gómez.

 Nos ponemos en antecedentes. Desde el 14 de abril de 1931 estaba instaurada en el país la Segunda República. El estallido de la Guerra Civil se produjo el 17 de julio de 1936 con la rapidísima liberación de Sevilla al siguiente día. El mismo día por la noche ardieron nueve iglesias en la ciudad, entre ellas la parroquia de San Gil, en la cual la hermandad tenía su capilla propia. El estado de preocupación de los macarenos era mayúsculo, porque aunque las imágenes titulares de la hermandad estaban escondidas, tan sólo había tres personas que conocían el paradero de la Virgen de la Esperanza: el hermano mayor que era don José Ruíz-Ternero Salvago, elegido un año antes, en plena República, el 22 de agosto de 1935; el mayordomo de la Esperanza que era don Domingo de la Torre Rodríguez; y el consiliario 4º que era don Antonio Román Villa, dueño del lugar donde se escondía.

 En septiembre de 1936 la hermandad quería recuperar la normalidad y devolver al culto a las imágenes titulares, así que tras el ofrecimiento de la iglesia de la Anunciación, por parte de los oficiales de la hermandad de la Buena Muerte y del rector del templo universitario don José Mariano Mota Salado, la junta de gobierno aprobó el traslado a la Anunciación, lugar donde permaneció la hermandad hasta 1942.

 El esperado traslado de la Esperanza a la iglesia de la Anunciación se realizó con la mayor intriga en la noche del 4 de octubre de 1936, día de San Francisco de Asís. Gracias a la bellísima diligencia legada por el secretario de la Esperanza, don Carlos Flores Gómez, conocemos los pormenores del traslado y de la apertura del cajón en el interior de la Anunciación, momento en que fue tomada la conocidísima fotografía por el mismo Carlos Flores.

 Algunos extractos de la precisa diligencia de Carlos Flores nos ambientan el momento: "…A las diez en punto de la noche de este día, llega a las puertas del templo de la Universidad un automóvil con carrocería de carga, cerrado, conducido por el señor Hermano Mayor de la hermandad don José Ruíz-Ternero Salvago, y en su interior el señor Mayordomo de la Esperanza don Domingo de la Torre Rodríguez, custodiando una gran caja de madera en cuyo interior y acondicionada con el mayor esmero y cuidado, se encierra la peregrina escultura de Nuestra Señora de la Esperanza. A las puertas del templo los señores oficiales,(…) Además contadísimos hermanos y devotos que no llegarían a diez personas, pues por haberse guardado el mayor sigilo en su llegada son muy pocos los que lograron enterarse. A manos de los señores de la Junta presentes, es conducida la caja al interior de la Capilla y colocada de pie delante de las andas del paso de palio que estaba preparado y colocado ente el altar mayor. Seguidamente y por el señor Hermano Mayor se procede a la apertura de la misma en la que aparece la Santísima Virgen vistiendo saya oscura y cubriendo su cabeza toca y velo sobre el rostro. Es este momento de alta emoción en todos los presentes. Inútilmente se quieren acallar los sollozos que pugnan por romper, y por los labios de todos se desliza una Salve, rezada con el mismo corazón. A continuación se rezan unas preces por la salvación de España y por los heroicos defensores de la Religión y de la Patria y acto seguido se verifica un sencillo besamanos, quedando expuesta después la Santísima Virgen, unos minutos a la admiración de los contados fieles que se encuentran en el interior del templo. En estos instantes, y en medio del respetuoso silencio que bajo las bóvedas reina, surge espontáneo el agudo puñal de una saeta. ¡La primera saeta! y no siendo posible resistir por más tiempo tan grandes y repetidas emociones, se cierra nuevamente la sagrada caja, quedando depositada en la misma Iglesia hasta el día siguiente en que fue colocada sobre su rico paso para salir en procesión de acción de gracias el día once siguiente".

La fotografía de Carlos Flores Gómez es el único testimonio gráfico conocido de tan importante momento. Carlos Flores, demuestra tener un exquisito gusto literario como secretario. Fue Carlos un aficionado a la fotografía que nos legó para la historia una serie de imágenes que se conservan en el amplio archivo fotográfico macareno, firmadas por las iniciales CF. 

Otra descripción del momento de la fotografía la tenemos gracias al relato (2011) de doña Mercedes Alba Ayala, testigo directa del acontecimiento cuando era una jovencita: "Es mi recuerdo más bonito… llaman a mi padre por que van a abrir el cajón. Mi padre se va para la Anunciación con mi madre y los dos hijos mayores. Íbamos muy nerviosos y ansiosos por ver a la Virgen… De repente abren el cajón… la Virgen estaba preciosísima, con dos mazos enormes de nardos frescos… el olor a nardo lo inundó todo. Se vivió una alegría enorme, se cantaron saetas y salves, se rezó, hubo aplausos… Cuando abrieron el cajón, la Virgen estaba hermosa como jamás la he vuelto a ver, iba vestida como cuando murió Joselito… lo recordaré para siempre, tenía trece años pero aún conservo ese recuerdo vivo. El cajón se abrió en el lado del sagrario de la Anunciación, casi delante del altar mayor, un poco a la izquierda. Allí estaba Ricardo Zubiría, Eduardo Miura y Joaquín Sainz de la Maza padre, que era muy amigo del mío, entre otras personas más. Cuando acabó, mi padre se los llevó a todos a nuestra casa y se organizó una tertulia hasta altas horas de la madrugada…desde luego fue un día inolvidable".

Es de justicia reconocer a Carlos Flores como el autor de la fotografía que muestra la imagen de la Esperanza en el momento de abrirse el cajón en la Universidad, en la que también aparecen unos candeleros de madera dorada que eran de la hermandad de la Buena Muerte y que en la actualidad están situados en los altares de la Virgen de los Remedios y de la Angustia de la actual capilla de la Universidad.

Álvaro Dávila-Armero del Arenal

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Las 9 Iglesias que quemaron en Sevilla, no se cita en la "Memoria Histórica" de Sánchez y sus secuaces.

¡Qué falsos son.!!

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Gracias a los Sevillanos de gran corazón, la imagen de la Esperanza Macarena, se salvó .

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