PUNTO DE ENCUENTRO DE AMIGOS, FAMILIARES, DE LOS ARNÁIZ QUE NAVEGAN EN SINGLADURAS PROPICIAS MUNDO ADELANTE, Y DE TODA LA GENTE DE BONHOMÍA, QUE LO DESEE, DISPONGA DE TIEMPO, GANAS DE EVADIRSE Y BUENA VOLUNTAD. LEMBRANZAS DE FAMILIA.
Cuando Cristóbal Colón pisó por primera vez tierras americanas un 12 de octubre de 1492 ya era un experimentado navegante. Hasta entonces su objetivo habían sido los beneficios comerciales. Sin embargo, tras recibir el beneplácito de los Reyes Católicos, su destino final cambió de rumbo y sus naves terminaron siendo las primeras occidentales en arribar a las costas americanas.
Tras un primer viaje del que regresó en marzo de 1493, emprendió un segundo que le hizo regresar en noviembre de ese mismo año. Poco a poco, la fundación de nuevas ciudades así como la construcción de las estructuras para defenderlas, iban dando forma al futuro imperio español que ocuparía las lejanas tierras del Nuevo Mundo. Aún así, antes de que tal cosa se materializara, Colón tuvo que enfrentarse a una férrea resistencia indígena.
Buena muestra de ello es la batalla de la Vega Real librada el 27 de marzo de 1495 en la isla Española (hoy Haití y Santo Domingo), contra una alianza de caciques nativos que pretendían acabar con la ciudad de Isabela, fundada al año anterior.
Colón ya había erigido en la isla el fuerte Navidad durante su primer viaje, dejando una pequeña guarnición mientras volvía a España para informar al mundo de su descubrimiento. Sin embargo cuando volvió a la Española se encontró con que los indios, tal como se le nombra en las crónicas, habían asesinado a todos los hombres y quemado sus casas. Según le contaron los testigos, los responsables habían sido varias tribus lideradas por uno de sus caciques, Caonabo.
Frente a esta situación Colón no se arredró, sino que emprendió la conquista de la Española con las fuerzas renovadas que los reyes habían puesto a su disposición. Empezó por construir una cadena de fortificaciones que se adentraban en el interior desde la costa, para así mantener a sus hombres a salvo y controlar el territorio circundante.
Caonabo respondió atacando el fuerte de Santo Tomás, pero fue rechazado por los españoles. Entonces Colón le engañó con falsas promesas de paz, encargando a su lugarteniente Alonso de Ojeda apresarlo durante las conversaciones. Este le convenció para que abandonara su poblado a cambio de unas piezas de latón, y con la excusa de dejarle dar un paseo a caballo lo encadenó y se lo llevó a Isabela.
Este golpe a traición encendió los ánimos de las tribus indígenas, y mientras algunos como el cacique Guarionex de Marién se alineaban con los conquistadores, otros se unían en una confederación y se disponían a atacar los asentamientos españoles en la región de la Vega Real. Dirigidos por Manicatex, hermano de Caonabo, los nativos marcharon sobre la Isabela para arrasarla, pero Colón les salió al paso con 200 infantes, 20 jinetes, una jauría de perros y varios cientos de aliados nativos.
Los españoles esperaron emboscados a que el ejército indio se adentrara en la trampa que le habían preparado, y llegado el momento lo rodearon por los flancos mientras Alonso de Ojeda atacaba de frente. Este asalto desde tres direcciones sembró el caos entre las filas de la coalición, cuyos guerreros estaban aterrados ante las atronadoras descargas de los arcabuces, las cargas de la caballería y las mortales dentelladas de los canes. El combate fue breve y sangriento, terminando en la captura de Manicatex y la derrota de los indios. Colón impuso unas condiciones muy duras a los vencidos: algunos fueron esclavizados, otros convertidos en siervos, y además se exigió un tributo de oro y alimentos a todos los pueblos de la coalición.
Gran parte de la población nativa optó por la resistencia, quemando sus cosechas y echándose al monte antes que vivir como vasallos de los españoles, por lo que la guerra de guerrillas y su represión se alargó hasta gran parte de la primavera de 1495. A ello se le añadió una devastadora sequía en verano que no hizo más que empeorar la situación, apropiándose los colonizadores de los alimentos y dejando a los indios morir de hambre.
Cuando Colón abandonó la Española el 10 de marzo de 1496 esta era una sombra de su anterior prosperidad, con muchas comunidades desaparecidas y el resto malviviendo en pésimas condiciones. La resistencia indígena había sido quebrada y la isla se convirtió en el germen del gran imperio español que en los años venideros se expandiría hasta el Caribe y toda Centroamérica.
----
Si te ha gustado esta newsletter seguro que también te interesarán los siguientes reportajes:
La era de la grandes catedrales europeas llena la portada de un número que también viaja hasta el antiguo Egipto, al saqueo de Roma a manos de los galos, a la Revolución Francesa y a los inicios del fascismo italiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario