miércoles, 8 de febrero de 2023

Día, tras día, las mismas noticias, los Campos de extermino nazis, pero nunca hablan de las Checas comunistas de los horrores y matanzas de inocentes. Por Miguel Sánchez.

 

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La Memoria Comunista y la Memoria Dictatorial, impuesta por los ROJOS, no derogada por los traidores liberales y masones, firmados sus Decretos y Leyes, por unos rufianes, herejes y diabólicos monarcas, perjuros, traidores y vividores, ha sido para tapar los Horrores que fueron cometidos por los padres y abuelos, de los que hoy, gracias al P.P. y al canalla, malnacido y traidor de Rajoy, han escrito su historia, como venganza contra los que les vencieron virilmente, sosteniendo la Santa Cruz y la gloriosa Bandera Nacional, con el Águila Cristiana de San Juan, heredada de nuestra Reina Madre, S.A.R., Dª Ysabel “La Católica”

Todos los días hablando de los Campos de exterminio nazis. Todas las televisiones del Régimen Comunista, todos los peperos adscritos a la mentira, a la masonería, al liberalismo, al comunismo emergente. Todos los ciudadanos cuyos ojos y oídos, están inmersos, en el adoctrinamiento de unos medidos serviles, que reciben el dinero a manos llenas, para que el código sea la mentira y la insistencia en ella.

La National Geographic, siempre con sus documentales, contra Hitler y sus horrores, nada que documentar ni decir o muy poco con el comunismo de la URSS, de la China Maoista o de los Países actuales con un comunismo férreo, horrible, criminal y cavernícola.

Nada se dice de que el Comunismo de Mao, de Lenin y de Stalin, que asesinaron  a más de 100 millones de inocentes

Sin embargo, nunca hablan de las Checas comunistas y criminales de los horrores horribles a inocentes

Aquí en esta España, semi desintegrada, por unos, otros y todos, se aceptan por todas las partes, todo lo que hicieron los nazis, cometiendo, la tragedia de 6 millones de judíos.

Qué por cierto, esta etnia, sufrió durante miles de años, con dispersión del pueblo judío, como comunidad humana por diversos lugares del mundo; después de la destrucción del reino de Israel (siglo VI a. C)

No solo eran repudiados por todos los Países, sino que sufrían persecución y el asesinato como medida cautelar, para que salieran del País, en el que estaban.

Solo en España, gracias a nuestra Reina, la más grande gobernadora y eficaz del mundo pasado, del presente y del futuro, los puso a elegir, su conversión o su expulsión. No recibieron malos tratos y menos fueron ajusticiados por ser judíos.

Pero centrándonos en las los Locales de Exterminio republicanos, frentepopulistas, separatistas, anarquistas y comunistas, todos ellos criminales contumaces

GUERRA CIVIL Represion republicana

Nada se dice y menos en la “MEMORIA DEMOCRÁTICA COMUNISTA Y CRIMINAL”, sobre esta dictadura despiadada y los horribles sucesos trágicos que se llevaban a cabo, en las sanguinarias “CHECAS”  o cárceles de tortura y exterminio, que se instalaron en la España “democrática” de la II República bolchevique

Las checas fueron las cárceles irregulares que se crearon en la zona republicana, durante la Guerra Civil, para detener, interrogar o torturar a los sospechosos de simpatizar con el bando rebelde

¿Qué Eran las CHECAS y Cuántas Hubo en MADRID? | La Violencia REVOLUCIONARIA en La Guerra Civil

Una checa o cheka era una instalación que durante la guerra civil española fue utilizada en la zona republicana al margen de las leyes para detener, interrogar, torturar, juzgar de forma sumarísima y asesinar a sospechosos de simpatizar con el bando franquista. ​ Las checas fueron utilizadas principalmente por algunas personas o grupos relacionados con partidos y sindicatos que operaban en la zona republicana.​

Por lo general, estas instalaciones eran conocidas por la calle donde se encontraban, o bien por el nombre de quien las dirigía. Aparte de las que dependían de organismos del Estado —como la conocida Checa de Bellas Artes, más tarde de Fomento, dependiente del Comité Provincial de Investigación Pública—,5​ varios partidos políticos, ateneos, comités, sindicatos u organizaciones vinculados al Frente Popular o a la CNT dispusieron de una checa.

Tal nombre, sale de la policía política soviética conocida como checa, de donde procede el término. «En el modelo ruso hubo desde el principio una coordinación directa entre el Gobierno y la policía política, no así en el caso español, donde los centros de los comités revolucionarios surgieron de forma independiente al Estado y sus intereses. Los comités revolucionarios nacidos de partidos y sindicatos, mayoritariamente obreros, fueron y se concibieron como comités, no como checas.

Las checas eran «cárceles improvisadas por partidos y organizaciones sindicales de izquierdas, con carta blanca para detener, requisar, torturar y asesinar»

Una investigación dirigida por Alfonso Bullón de Mendoza ha descubierto que en la capital existían 345 checas, 120 de ellas sin inventariar en la «Causa general» que se hizo durante la posguerra.

Entre julio y octubre de 1936 se produjo la gran represión, el terror rojo. Madrid se llenó de checas; alrededor de 345 tribunales populares. La Dirección General de Seguridad del gobierno republicano dejó la purga en manos de los partidos y sindicatos del Frente Popular. En aquellos primeros meses de la Guerra Civil se produjo la primera fase de la revolución: la liquidación del enemigo. Las checas contaban con la documentación electoral de las autoridades, lo que fue muy útil para una represión masiva ya que 220.000 personas votaron al Frente Popular y 180.000 a la derecha.

La represión en estas condiciones era sencilla. Es más; los revolucionarios asesinaron al 30% de la policía madrileña y la sustituyeron con chequistas. Ocuparon edificios emblemáticos, como el Cinema Europa, en la calle Bravo Murillo –hoy un centro comercial–, o el Círculo de Bellas Artes; incluso conventos, como el de las Salesas Reales. Allí llevaban a los «fascistas», definidos como aquellas personas que no eran de izquierdas, y los encarcelaban, interrogaban, torturaban y asesinaban. Algunos pasaron por varias checas hasta que eran incluidos en una «saca». En esos meses la ratio de muertos a manos de los chequistas fue de veinticinco al día. Todo cambió cuando Santiago Carrillo, Margarita Nelken y el PCE se ocuparon de la represión: la liquidación se racionalizó, al estilo estalinista y nacionalsocialista, y se llegó a episodios como la matanza de Paracuellos del Jarama, entre noviembre y diciembre de 1936.

Las checas: el terror rojo en la Guerra Civil

En toda España y en la que los Comunistas, anarquistas, herejes, … y demás republicanistas asesinos, tenían ocupado un territorio, allí nacían como setas los locales, que unos y otros abrían, con el título desgarrador de CHECA, cárcel del pueblo o lugar de exterminio.

Del listado extenso relacionado por la Causa General, creada por Decreto de 26 de abril de 1940, instruida por el Ministerio Fiscal para conocer la actividad criminal de las fuerzas subversivas desde 1936, destacamos aquellas Checas específicamente vinculadas a la actividad policial o a la represión, entre ellas a saber:

  • Checa oficial del Comité provincial de investigación pública, en Alcalá 40.
  • Secretaría Técnica de la Dirección General de Seguridad y escuadrilla del Amanecer en Alcalá, 82.
  • Checa de las Milicias de Vigilancia de Retaguardia en Almagro, 38.
  • Checa a cargo de Guardias de Asalto en Alfonso XII, 14.
  • Checa policial batallón la Pasionaria, Ronda de atocha, 21, 23 (Escuelas Salesianas).
  • Convento de las Damas Apostólicas, de Chamartín. Radio comunista de las cuarenta Fanegas. (Paseo de la Habana)
  • Cuarenta Fanegas de Chamartín (Colegio Infanta María Teresa).—Checa del Comité rojo de la Guardia civil.
  • Checa de Milicias de Vigilancia de Retaguardia, Don Pedro, 10.
  • Checa de Policía afecta a la Agrupación Socialista Madrileña en Fuencarral, 103.
  • Checa del quinto regimiento de milicias populares comunistas, Francos Rodríguez, 5.
  • Checa dependiente del Subdirector de Seguridad, Marqués de Cubas, 19.
  • Checa dependiente del Ministro de la gobernación, Ángel Galarza en Marqués de Riscal, 1.
  • Checa de las Milicias Populares de Investigación, en Martínez de la Rosa, 1.
  • Checa del comité depurador de la Guardia Civil en Cuesta de Santo domingo, 6.
  • Checa de la Brigada Especial en Serrano, 108.
  • Checa anarquista Spartacus, de depuración de la Guardia Civil de Madrid en Santa Engracia, 18, dirigida por el Teniente García Jumilla.

Origen de las principales checas de Madrid

Las checas del SIM eran tenebrosas, instaladas en antiguas casas y conventos. El régimen de torturas que se aplicaba era el procedimiento brutal: palizas con vergajos de caucho, seguidas de duchas muy frías, simulacros de fusilamiento y otros tormentos horrorosos y sangrientos. Los consejeros rusos modernizaron esta vieja técnica. Las nuevas celdas eran más reducidas, pintadas de colores muy vivos y pavimentadas con aristas de ladrillo muy salientes. Los detenidos tenían que permanecer en pie continuamente, bajo una potente iluminación roja o verde. Otras celdas eran estrechos sepulcros de suelo desnivelado, en declive… los recalcitrantes eran encerrados en la «cámara frigorífica» o en la «caja de los ruidos» o atados a la silla eléctrica. La primera era una celda de dos metros de altura en forma redondeada; al preso se le sumergía allí en agua helada, horas y horas, hasta que tuviese a bien declarar lo que se deseaba. La «caja de los ruidos» era una especie de armario, dentro del cual se oía una batahola aterradora de timbres y campanas. La «silla eléctrica» variaba de la empleada en las penitenciarías norteamericanas en que no mataba físicamente.

Algunas de las torturas de estos salvajes sanguinarios, eran:

.- La gota: un preso sujeto a una silla, sin poder mover la cabeza, cayéndole una gota de agua en la cabeza, sobre el mismo sito hasta hacer un agujero.

.- La astilla: Pequeñas astillas punzantes, metidas entre el dedo por debajo de la uña, hasta atravesarla.

.- Grandes astillas, metidas por el año, con profundidad, hasta morir desangrados, al cabo de los días.

.- Colgados de los brazos, estando estos atados por las muñecas, hasta descoyuntarles los huesos de los brazos.

.- A las mujeres y en particular a las monjas, meterles palos por sus partes, dejándolas durante días hasta morir desangradas.

.- Descargas eléctricas en los testículos

.- Y tantas otras barbaridades y aberraciones, propias de H.P. de Satanás.

El holocausto católico de la Segunda República: en memoria de los mártires


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