La cocina, un acto de amor. Mari Carmen Duarte.

 

Domingo 6 de marzo de 2022

Mari Carmen Duarte Periodista colaboradora de Viajes National Geographic

La cocina, un acto de amor

Dejando a un lado discrepancias sobre tortilla con cebolla o sin y otras vicisitudes culinarias, la gastronomía es motivo de unión y el eje entorno al cual se concentran muchos momentos de nuestras vidas

Estos días en los que los ojos de millones de personas están mirando hacia una guerra que nadie esperaba tener que contar, estos días en los que el mundo que conocemos se tambalea (para unos más que otros), es un buen momento para hacerse eco del "no a la guerra" que se escucha y se ha escuchado otras tantas veces en las calles de miles de ciudades. En 2020, David Breasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, dijo unas palabras al subir a recoger el Premio Nobel de la Paz que acababan de conceder a la agencia humanitaria: “la comida es el camino que conduce a la paz”. Según explicó en aquel momento, el éxito del programa se fundamenta en dos ejes: que la cocina es algo sagrado y también un acto de amor. Y cómo rebatir eso. Me atrevo a hablar en nombre de todos cuando digo que en los profundos recovecos de nuestras memorias anidan recuerdos que se sitúan alrededor de una mesa, o en su defecto, de una cocina. Cuando tenemos una noticia que dar o un cumpleaños que celebrar, nos reunimos para comer o cenar. Si tenemos una cita o nos vemos con algún amigo, vamos a tomar algo, y las reuniones con allegados y familiares suelen ser en una comida, cena, desayuno o merienda. Los bautizos, bodas y comuniones acaban en banquete, y no solo la comida consigue unirnos, también el acto de cocinar. Las confidencias en la cocina, mientras el puchero se hace a su ritmo, o cuando te atreviste con un plato por primera vez. Las populares barbacoas o incluso muchas fiestas, tradiciones, historias y ferias tienen la comida como protagonista. Hasta refranes populares, poemas y canciones se le ha hecho a la comida. No miento si digo que con esta lista se podría llenar una página y más. ¿Como negar, con todo esto sobre la mesa (y nunca mejor dicho), la palabras de Breasley? La gastronomía tiene algo de sacro y de romántico, pero también de cultural y unificador. La comida suma, y no resta, y se ha convertido en uno de los grandes ejes sobre los que gira la sostenibilidad, un ejemplo que encontramos en restaurantes como Virens, de Rodrigo de la Calle, en Barcelona, que reivindica el respeto por la comida sana y una producción que cuide el planeta. También en proyectos como el de Biela y Tierra, que han puesto en valor, recorriendo iniciativas de soberanía alimentaria y agroecología de España, la importancia de saber quiénes y qué hay tras nuestros platos. La gastronomía es unión y también destino, y con la suma de estas dos premisas es con la que cinco territorios han decidido derribar sus fronteras gastronómicas para crear un proyecto turístico internacional: VISITGastrOH!, que aúna Euskadi, La Rioja, Navarra y, del otro lado de los Pirineos, las regiones de Pays Basque y Beárn. Según la Organización Mundial del Turismo, la gastronomía es uno de los motivos principales para elegir un lugar al que viajar, y este macrodestino no necesita mucho para convencer a sus visitantes. El proyecto se basa en identificar aquellos sectores y recursos de gran calidad y con mucho potencial de desarrollo, como es el caso de negocios dedicados a la agroalimentación, el turismo y la gastronomía, y aumentar su visibilidad para poder mostrar a los visitantes la autenticidad de los productos de estas zonas. VISITGastrOH! trabaja para conseguir acercar al turista un territorio que no se entiende en términos de límites, sino de delicias que les unen: La mayor concentración de restaurantes con distinción del mundo, en total 42, premiados por prestigiosas guías, como Michelin, Repsol o Maitre Restaurateur y las 44 Denominaciones de Origen, Indicaciones Geográficas Protegidas y Especialidades Tradicionales Garantizadas de las cinco zonas. Pero eso no es todo. Rutas ecogastronómicas por parques naturales y espacios únicos donde conocer a agricultores, ganaderos y productores ecológicos, experimentando la movilidad sostenible, u otras como la de sabores del Camino de Santiago, que mostrará a qué saben esas etapas del famoso recorrido haciendo paradas en varios puntos de la ruta para conocer sus productos. Y como no podía ser de otro modo, más de mil actividades y eventos gastronómicos se reparten por todo VISITGastrOH! con un sinfín de propuestas: queserías, bodegas, viñedos, pastores, pueblos, cocina moderna, tradicional, pinchos, conserveras y cientos de lugares más. Diferentes regiones, múltiples lenguas, tradiciones, técnicas y costumbres, algunas similares y otras no tanto, se han juntado, a pesar de cualquier obstáculo, por una razón. Y es que, al fin y al cabo, la comida, como ya apuntaba antes, suma, no resta, y termina siendo, una vez más, un pegamento que nos une.