«Cuando fueron a grabarlo Lennon produjo uno de las innovaciones más elementales en la historia de la guitarra eléctrica»
Solo dos años después de la primera aparición de un disco de The Beatles, cualquier noticia que versara sobre la publicación de nuevas grabaciones del grupo despertaba una expectación inusitada a un lado y otro del Atlántico. The Beatles y su productor George Martin, de tanto trabajar en estudio y como consecuencia de las largas giras y de presentaciones en pequeños clubs, lograron tener el suficiente conocimiento de las técnicas de interpretación y de grabación y sobre todo una incipiente propensión a la experimentación.
En 1964, las consolas de grabación eran de cuatro tracks, (se usaba un track para grabar un instrumento o una voz, así que a veces, en un micrófono se compartía más de un sonido, por ejemplo amplificador de la guitarra + voz) y de efectos ni hablamos. Así que un domingo cualquiera, los Beatles se metieron al estudio 2 de Abbey Road para trabajar en el álbum “Beatles For Sale”, no había tiempo que perder ya que la fecha de lanzamiento se acercaba.
Con “I Feel Fine” uno de sus temas, Lennon decidió construir toda la canción sobre un magnífico riff que había basado en el “Watch Your Step” de Bobby Parker. Pero, además de conseguir uno de los mejores riffs de su carrera, cuando fueron a grabarlo se produjo uno de los pasos más elementales en la historia de la guitarra eléctrica cuando, tras inclinarse con su Gibson J160E semiacústica sobre el amplificador logró un extraño sonido y decidió dejarlo en la apertura de la canción.
Fue una de las primeras grabaciones en estudio que hizo uso del “feedback” la retroalimentación como uso artístico y el riff de esta canción se convirtió en uno de los característicos de The Beatles junto a los posteriores de “Day Tripper”, “Ticket to Ride”, “And Your Bird Can Sing” o “Paperback Writer”.
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