¡MUY BUENOS DÍAS!
Jueves, ya queda menos para el fin de semana y hoy, cuento nuevamente con la colaboración de José Antonio Marín Ayala. Ahora os comento algo, esperad un poquito …
Para la ocasión he elegido una obra de la que en cuanto leí el argumento en que se basaba la pintura me encantó. Sabéis que este gran artista es el pintor de la Historia y grandes batallas. Las realiza con tal precisión y detalle, que sin llevar sombrero hago un gesto con la mano e imaginariamente me lo quito ante él. Ha sido galardonado con numerosos premios y distinciones por la difusión de la historia militar, así como por su gran trayectoria artística.
Ya estoy de nuevo con lo que quería comentaros. Como os decía, José Antonio va a poner su broche de oro en unas letras, contándonos esa historia, real, que sucedió y se representa en la pintura, como un fragmento importantísimo, aparte de añadir su impresión, la cual veo muy sincera le pese a quien le pese.
Después leeréis lo que yo escribo. Aquí lo tengo más difícil debido a que la historia la conozco y José Antonio nos la ha contado pero que muy requetebién por lo que, me ceñiré a ver una pintura y las sensaciones que me producen.
Augusto Ferrer Dalmau. Barcelona 1964. Pintor realista y academicista.
“Orgull” Por José Antonio Marín Ayala
En el fragor del combate de la decisiva batalla de Tetuán
un puñado de soldados, enarbolando la enseña nacional
se abrirán paso entre los enemigos con arrojo descomunal,
es un grupo de valientes voluntarios, para más señas catalán,
orgullo de España, que esa plaza quieren tomar.
En la compañía del general Prim como regimiento formaban
y en la lucha el capaz O´Donnell con mano diestra los comandaba.
Y trepando, como si de una colla Castellera se tratara
uno sobre el otro, mientras los de abajo aguantaban,
se batían con arrojo junto a la bandera rasgada
los hombres de vanguardia que la cima tomaban.
Gran batalla y con ella la guerra nuestras fuerzas ganaban
y aun cuando el Imperio Español por entonces agonizaba,
la firmeza en la victoria nuestros hombres al mundo mostraban.
Los que no pudieron ganarnos en un campo de batalla
con sicarios de nuestra propia patria a Prim lo asesinaban
una fría tarde de diciembre en un Madrid que nevaba.
Fue la mano homicida hispana, la cainita, la que nunca cesa,
la que también mató a Cánovas, Dato, Calvo Sotelo y Canalejas,
la que nunca perdonará a España sus gloriosas gestas,
la que ha convertido esta nación en una sombra de la que antaño fuera.
Sus acólitos lo intentaron también con el presidente Aznar
y son los mismos que ejecutaron la matanza del 11-M tan brutal,
atentado del que algunos dotados después dirán
que España aún no está preparada para saber la verdad.
Malditos sean esos bastardos, una y mil veces más:
Que a los infiernos en brasas desciendan
aquellos que desde siempre nos han querido mal
y que se pudran y desaparezcan entre las tinieblas.
“Orgull” Por Mila Soyyo
Hay un arte en la pintura, que es digno de mencionar
sale por unas manos y lleva todo un compás
cuando de guerra se trata, él, mejor que nadie, nos lo plasmará.
Torre humana, un Castells impresionante veo frente a mí
donde hombres agotados, con tanto esfuerzo,
consiguen la bandera española, colocar en la torre más alta
de Tetuán y defender lo que otros querían ver morir.
Ropajes azules y rojos, armas latentes, son combatientes
llevan la sangre de sus parientes
recorren sus venas almas valientes
por amor a España y todas sus gentes.
Manos empujan, puños en alza ¡Sujeta con fuerza!
Hombros que apoyan, uno que grita: ¡Sostente, no te detengas!
Es tu patria la que defiendes con tanta entereza
No decaigas ¡Adelante! Valiente soldado,
te recordarán más allá de las fronteras.
Un pintor que ama a su país
distinciones y premios recibe, por hacer latir
al mundo entero con su manera de revivir
“Grandes batallas” y una os mostramos aquí.
Llegamos al fin. Espero que os haya gustado y cierro por hoy el “Muy buenos días” dándole mil gracias a José Antonio Marín Ayala por su colaboración estelar, a Manuel Artero por dejarnos hacer, publicándonos y os dejo unas letras que se escucharon en aquel lugar, Tetuán …
“¡Ala, minyons, feu la torre, i a Dalt!”
MMB
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