“Les voy a hacer unas sugerencias. O se implica a los padres o tutores legales en las fechorías de sus hijos o vamos de ala”
Si matan a un chaval de catorce años a machetazos, lo han hecho esos chiquillos Españoles, por supuesto, de segunda generación de inmigrantes. Si violan a una chica en grupo son, por supuesto, menores españoles inmigrantes del Magreb, acogidos por el estado, pobres. Si se organizan tiroteos por las calles, son también menores descarriados. ¡Y qué mierda hacen las autoridades, para que esto no ocurra! ¡Nada de nada! Les voy a hacer unas sugerencias. O se implica a los padres o tutores legales en las fechorías de sus hijos o vamos de ala.
¿Y cómo se hace esto? Les explico, todo Mena implicado en un delito será extraditado a su país, tenga o no quién se ocupe de él, si es adulto para violar, también lo es para desenvolverse en la vida. Todo inmigrante hispanoamericano integrado en bandas de delincuentes hispanos, también serán deportados a sus países de origen, así se implica a los padres, para que tomen las medidas pertinentes.
Si todo esto no funciona es que estos jóvenes inmigrantes carecen de toda moralidad y empatía con otros seres humanos, así que o son psicópatas, luego deberían estar en hospitales psiquiátricos o son carne de presidio y allí es dónde deberían estar. Que no se argumente su minoría de edad, si son menores, lo son para todo, con lo cuál las personas que actúan como si estuvieran en un mundo violento de adultos, no pueden ser consideradas menores.
Ser menor implica un grado de inocencia y de adolescencia, que estas personas, y me da igual por qué razón, no tienen. Si han tenido vidas muy duras en otros lugares, o se acostumbran a nuestras leyes y usos o que vuelvan a sus países a seguir teniendo su vida dura, esos lugares en los que se supone pueden montar bandas de jóvenes, extorsionadores, ladrones, matones y asesinos.
Creo que lo digo clarito. Y por cierto que a nadie se le ocurra anotar este texto como fascista, porque para fascistas ya están quienes justifican esta forma de fascismo juvenil, este sí verdadero. Con las leyes que hay por aquí, hechas por personas demócratas de aquí, que viven la realidad de aquí, no se pueden encausar actos delictivos, de alto voltaje, como los que vienen de otros lugares del mundo en los que las reglas no se atienen ni remotamente a las evolucionadas en occidente.
Puedo admitir que es un problema de economía, de pobreza y de educación, pero está claro que los que conformamos occidente no podemos hacernos responsables de todo lo que pasa en el mundo y en las selvas, naturales y urbanas. Nosotros hemos conducido nuestras sociedades por caminos de justicia impartida por el Estado y por normas de comportamiento que ponen el límite de tu libertad dónde empieza la de los otros. No tenemos por qué admitir que haya hijos, como los que describía una madre hispanoamericana, que le robaban dinero en casa y encima si se lo recriminaba la agredían. Esos hijos, no son hijos de esa mujer, son hijos de… y como tales deben ser reprimidos y corregidos.
Hay demasiado buenismo en este mundo blandiblup para bobos y tontitos que somos nosotros, los humanos salidos de la edad media y del salvajismo, lo tenemos porque nos lo merecemos, nos lo hemos ganado asumiendo la parte de responsabilidad que nos atañe, para vivir en una organización humana, seria, liberal y constitucional. Sabemos atenernos a las leyes que nos protegen a todos, y cada uno de nosotros frente a otros. Y si estos valores y deberes no incumben a la inmigración, sea esta musulmana, porque por su religión no entienden occidente, o a la inmigración hispanoamericana, que por su forma de vida originaria no entiende la nuestra, que cojan su maleta y regresen a sus castillos pre medievales y tengan sus peleas por los lugares a los que pertenecen. No podemos estar dispuestos a asumir estas inseguridades y desordenes, máxime cuando las penas para los delitos son tan laxas en Europa y sobre todo en España.
Cada tipo de personas, psicologías, organizaciones sociales y estados de desarrollo vitales e intelectuales necesitan unas reglas más o menos duras, y las de España no están a la altura de la violencia gratuita y de ojo por ojo y diente por diente de estos descerebrados, por muy pobres inmigrantes que sean o se crean. Muchos de ellos, ni siquiera pueden escudarse en este hecho pues ya nacieron en España y recibieron educación al menos la primaria, la general que ha recibido cualquier otro español. ¿Queda clarito? Eso espero.
Si el nivel de respuestas violentas se va incrementando en esta España pacifica, casi ñoña, no será culpa de los agredidos, sino de los agresores de importación. Cualquier medida por dura que sea deberá ser aceptada, puesto que la violencia particular y gratuita, solo puede ser combatida con el monopolio de la violencia del estado. Si matan a un chaval de catorce años a machetazos, lo han hecho esos chiquillos Españoles, por supuesto, de segunda generación de inmigrantes. Si violan a una chica en grupo son, por supuesto, menores españoles inmigrantes del Magreb, acogidos por el estado, pobres. Si se organizan tiroteos por las calles, son también menores descarriados. ¡y qué mierda hacen las autoridades, para que esto no ocurra! ¡Nada de nada! ¡No vayan a decir que esto es fascista!
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